¿Por qué comprar un cochecito a contramarcha?
A tu bebé le gusta verte
La mirada de tu bebé es absolutamente cautivadora, y cuando es muy pequeño nada le gusta más que mirarte y observar tus ojos. Es importante mantener este adorable contacto visual cuando vais por ahí y, por esta razón, un cochecito mirando hacia atrás es una gran opción para los bebés más pequeños.
Cochecitos mirando hacia atrás
La mayoría de cochecitos aptos para bebés desde el nacimiento son reversibles, pudiendo mirar hacia delante y hacia atrás .
Pero, desde el nacimiento hasta unos 9 meses, poder hacer contacto visual contigo es la clave para el bienestar de tu pequeño o pequeña. En un cochecito mirando hacia atrás, tu recién nacido puede verte y oír tu voz, le que le hará sentirse más cómodo y reconfortado.
A tu bebé le gustará mucho cuando te inclines para hablarle y besarle mientras estáis fuera. Y tener un cochecito mirando hacia atrás te permitirá ver la alegría en la carita de tu bebé mientras le prestas atención.
También pasaréis más tranquilos, comprobando que vuestro recién nacido disfruta, que no tiene demasiado frío o calor, y que está protegido de todo aquello que pueda sobreestimularlo en el mundo exterior. Tu pequeño o pequeña se sentirá seguro mientras descubre el mundo a su alrededor.
Cambio a un cochecito mirando hacia delante
Según el bebé crece mostrará más curiosidad y querrá ver todo lo que pasa a su alrededor. Pero, quizás desees realizar el cambio al cochecito mirando hacia delante gradualmente. Puedes intentar cambiar la posición del asiento del cochecito durante una hora; es sencillo con la mayoría de cochecitos reversibles.
Inténtalo durante tus paseos en el parque y, si el pequeño explorador necesita seguridad, puedes ponerte a su lado. Posteriormente, puedes ir cambiando el asiento mirando hacia delante más tiempo.